13.02.2018
El aguacate español, apreciado por su calidad, se enfrenta al reto de crecer. EFE.
Vélez-Málaga (Málaga), 13 feb (EFE).-
El aguacate español, cuya producción se concentra principalmente en la comarca malagueña de la Axarquía y la Costa Tropical de Granada, es un referente en los mercados europeos por su calidad, pero a la larga puede que este aval no sea suficiente y el sector se enfrenta al reto de crecer.
Ante una demanda mundial de aguacate que aumenta a un ritmo de doscientos millones de kilos anuales, la producción española, en torno a las 86.000 toneladas en la última campaña, corre el riesgo de perder visibilidad en el mercado en comparación con otros países, que año a año están incrementado sus exportaciones.
Málaga y Granada reúnen casi el 95 por ciento del aguacate que comercializa Andalucía y el valor de las exportaciones de este fruto han experimentado en la región una subida del 25,6 por ciento al superar los 226 millones de euros en los primeros diez meses de 2017, frente a los 180 millones del mismo periodo de 2016.
El sector mantiene su pujanza, como se ha demostrado en la última edición de Fruit Logistica, el escaparate mundial para frutas y hortalizas que se celebra anualmente en Berlín, al que han acudido numerosos operadores de subtropicales para fortalecer las relaciones con sus clientes y a la búsqueda de nuevos mercados.
Miguel Páez, gerente de Tropical Millenium, empresa de Vélez-Málaga que asistió la pasada semana a esta feria, ha explicado a Efe que la potencialidad del aguacate español está en su calidad, frescura y cercanía a los mercados europeos.
Páez ha señalado que en estos momentos, lo saludable es una tendencia que no deja de crecer y que el aguacate es un «superalimento que está de moda».
El gerente de esta firma, que facturó 28 millones de euros en 2017 con exportaciones de aguacate, mango y papaya a diferentes países europeos, ha manifestado que España necesita aumentar su producción «y estamos trabajando en ello».
«Es una pena que no produzcamos más aguacate, porque el consumo no para de aumentar, y España está perdiendo protagonismo como país productor frente a otros como Perú, Chile, Colombia o México», ha añadido.
En el caso de Sigfrido Fruit, otra empresa de Vélez-Málaga que ha visitado la feria alemana, su gerente, Sigfrido Molina, ha afirmado que el aguacate con origen España es ahora mismo «el mejor y la fruta más demandada por sus condiciones organolépticas» en Europa, y ha vaticinado que este año la cosecha acabará antes.
«Al precio actual que está alcanzando el fruto, por encima de los tres euros el kilo, el agricultor no tiene necesidad de estar pendiente de vientos o robos, y puede recoger ya su cosecha porque sabe que la va a vender bastante bien», ha argumentado Molina.
En cuanto a la feria, ha señalado que en el caso de empresas jóvenes como la suya, con tan solo cuatro años y medio en el sector, a este tipo de citas «se le saca mucho rendimiento», y ha apuntado que «se refuerza lo que se tiene y se hacen contactos».
La pretensión de los productores y agricultores de aumentar el volumen de kilos choca con la realidad actual, marcada por la escasez de recursos hídricos tanto en Málaga como en Granada.
El presidente de la Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales, José Linares, ha lamentado que la producción de España esté estancada y que, a diferencia de otros países, no esté aprovechando el incremento de la demanda europea.
«Antes representábamos el 35 por ciento del aguacate que se consumía en Europa y ahora nos movemos entre el 10 y el 12 por ciento», ha asegurado Linares, que ha achacado esta situación a que las administraciones públicas no hayan acometido las obras que se prometieron y presupuestaron durante la anterior sequía.
Según Linares, la Axarquía y la Costa Tropical de Granada cuentan con más terrenos disponibles para cultivar subtropicales, con agricultores dispuestos a invertir y con un microclima óptimo para este tipo de productos.
«El problema es que sin las infraestructuras necesarias no podemos aspirar a ello, porque estamos con la soga al cuello no ya para crecer, sino para mantener lo que tenemos actualmente», ha sentenciado. EFE